It’s 2020 and we were promised jetpacks. But instead, March moved on the world more like a verb than the name of a calendar month. The hoarding of common goods made toilet paper become the currency of an era. Much like 2020 itself, this piece is not quite finished, but it is near. Upon closer inspection, you will see hidden imagery of shadowy hooded figures lurking. Propping up religion to garner loyalty. Doctors spreading knowledge and caring for the ill. People in facemasks queueing for their destinations and looking for answers in a peculiar time. Stars and planets that seem to flow up from the bottom are actually the lights of protesters under the black of night. A tall pointy white hooded figure with a knife to the throat of lady justice. We are living history. What a time to be alive.
Es el año 2020 y nos prometieron mochilas propulsoras. Pero en su lugar, marzo deambuló por el mundo más como un verbo que como el nombre de un mes del calendario. El acaparamiento de bienes esenciales hizo que el papel higiénico se convirtiera en la moneda de una época. Al igual que el propio 2020, esta obra no está del todo terminada, pero le queda poco. Al mirar más de cerca, verán imágenes ocultas de sombrías figuras encapuchadas al acecho. Sirviéndose de la religión para conseguir lealtad. Médicos difundiendo conocimientos y cuidando de los enfermos. Gente con máscaras haciendo cola para llegar a sus destinos, y buscando respuestas en una época peculiar. Estrellas y planetas que parecen fluir desde abajo son en realidad las luces de los manifestantes en la oscuridad de la noche. Una alta y puntiaguda figura con una capucha blanca con un cuchillo en la garganta de la dama de la justicia. Somos historia viviente. Qué época para estar vivos.