I had narrowed my world, and was locked down for thirty days. The emotions I felt changed daily, hourly. Having time off meant that I could paint, but I could not get down to my studio, so I had to confine my work to the materials and dimensions I could manage in my small living space. I needed to keep it simple for myself. I was overwhelmed. So, I started to paint the objects that I saw every day in my home. I created an allegory of my life, in the form of a full series of thirty watercolor and pastel paintings. I painted gifts, souvenirs and treasures that I had collected over the years. I got in touch with what was missing, and found it had been missing for a long time. I wanted to hold onto the relationships, travel, and engagement in my life and love. I found a deep peace and I created hope.
Reduje mi mundo, y estuve encerrada durante treinta días. Las emociones que sentía cambiaban a diario, cada hora. Tener tiempo libre significaba que podía pintar, pero no podía bajar a mi estudio, así que tenía que confinar mi trabajo a los materiales y dimensiones que podía manejar en mi pequeño espacio vital. Necesitaba mantenerlo simple para mí misma. Estaba abrumada. Así que empecé a pintar los objetos que veía todos los días en mi casa. Creé una alegoría de mi vida, por medio de una serie completa de treinta pinturas a la acuarela y el pastel. Pinté regalos, recuerdos y tesoros que había recogido a lo largo de los años. Me puse en contacto con lo que faltaba, y me di cuenta que había desaparecido durante mucho tiempo. Quería aferrarme a las relaciones, los viajes y el compromiso en mi vida y mi amor. Encontré una paz profunda y creé esperanza.